domingo, 20 de marzo de 2011

LAS GRANDES OPORTUNIDADES DE EMPRENDIMIENTO Y EMPLEO NO ESTÁN EN NUESTRA SOCIEDAD

La pasada semana varios ilustres sociólogos, politólogos, y economistas presentaron la publicación "Crisis y Empleo en Europa. Hacia un nuevo modelo productivo", enmarcado dentro  del proyecto "elmundoquequeremos.org". Entre los ponentes la reconocida e ilustre escritora Susan George, o el no menos conocido sociólogo y pensador Sami Nair.

Entre otras muchas aportaciones positivas, los ponentes vinieron a concluir, que para corregir nuestra tasa de desempleo, el desarollo de la economía debería dirigirse hacia el empleo verde y el de calidad, el turismo, y la agricultura ecológica, especialmente en la región andaluza. Es cierto, que parte del futuro desarrollo económico debe perseguir ese objetivo, pero la realidad parece dirigirse hacia otros derroteros. En este sentido, pudieron echarse en falta algunas apreciaciones.

En principio, y dentro de esta economía global en que nos encontramos, parece un poco absurdo e incluso injusto, tratar el problema del desempleo como un problema local, pareciendo que los millones de desempleados que sufrimos en nuestro pais o comunidad autómoma, son exclusivamente problema de España o Andalucía. Efectivamente somos los que lo padecemos, y los primeros en querer dar solución al problema, pero no los únicos responsables de la creación de empleo. Actualmente nuestra "región" es Europa, y el problema del desempleo es europeo. El desarrollo económico y la creación de empleo es de nuestra región europea. 

No es permisible que las restricciones y medidas económicas  que nos imponen desde la comunidad europea, quieran demonizar parte del modelo económico español anterior a la crisis, y que no solo estaba basado en el sector de la construcción. ¿que hubiese sucedido, por ejemplo, si se hubiese venido abajo el sistema industrial alemán por falta de demanda de sus productos?: pues que seguramente, el problema del desempleo lo tendrían los alemanes. Las relaciones económicas son de ida y vuelta, y tal cual está diseñada nuestra actual Europa, especialmente en las relaciones comerciales, lo que haga un estado miembro dentro de la propia comunidad europea, en su propio beneficio, normalmente perjudicará a otro. Por tanto, el primer objetivo ha de ser armonizar en todos los paises las mismas políticas fiscales, económicas, financieras, sociales y medioambientales. Hasta que no se cumpla esta premisa no sabremos exactamente que país cumple con las verdaderas obligaciones solidarias en la Unión Europea y cual no. No basta con decir que Alemania es la más productiva de Europa, cuando realmente no es del todo cierto, o que es la que más fondos aporta, cuando sus mayores clientes también son los europeos.

Cada país tiene, inicialmente, el modelo productivo que sus recursos naturales le han permitido, después el que le han permitido sus gobernantes,  y por último, el de la iniciativa de desarrollo, investigación y creatividad de sus habitantes. La creación de empleo es un problema de Europa, y allá de donde se cree empleo es de donde, inicialmente, debe partir la oferta  hacia las personas desempleadas. Y las personas desempleadas de todos los paises europeos, casi con total seguridad, aceptarían dichas ofertas. Pero antes hay que homogeneizar políticas fiscales, salariales, y de todo tipo. 

Efectivamente, un nuevo modelo productivo europeo puede estar basado en la economía verde, y en la investigación y el desarrollo de productos y servicios, pero ¿que nivel de empleo generarán estas actividades?, ¿asumirán a corto plazo el desempleo europeo? ¿se verá beneficiado el desempleo español?. La realidad es que en Europa no podemos crecer más, si no es a costa del consumismo exhacerbado, el despilfarro de energía, o el perjudicar a otros paises con nuestros residuos. ¿Es éste el nuevo modelo productivo que queremos?, ¿Cuantos nuevos modelos de teléfonos móviles necesitamos?, ¿Cuantos nuevos vehículos? ,¿Cuantos nuevos ordenadores o televisores de plasma?. Definitivamente, no parece que ese deba ser el futuro del nuevo modelo productivo, y ni mucho menos que genere millones de empleos. Y si es así, será a costa de los recursos y habitantes de otros paises, no ya solo de Europa sino del mundo.

El modelo productivo será, en principio, el que demanden las necesidades de sus habitantes. La historia de la humanidad está llena de ejemplos de investigación, desarrollo y emprendimiento: Cuando un colectivo necesitaba pan, surgía el panadero que daba satisfacción a esa necesidad. Y cuando una necesidad quedaba satisfecha de otra forma, esa actividad productiva también se transformaba o definitivamente desaparecía como profesión.  Actualmente, en nuestra región europea, la pregunta sería: ¿Que necesitamos?. Y la respuesta, afortunada o desgraciadamente es: casi nada, la mayoría de las personas tienen cubiertas sus principales necesidades básicas.

Esto puede llevar a concluir, que las verdaderas oportunidades de emprendimiento, negocio, y empleo no están en nuestra sociedad desarrollada. En nuestra sociedad estarán o quedarán la oportunidades residuales. Las grandes oportunidades están en la sociedades poco desarrolladas, aquellas en que, como bien refleja la "Base de la Piramide", sólo tienen una renta de cero a diez dolares diarios, y que comprende a cientos de millones de personas. Éstas sociedades tienen necesidades básicas de alimentación, sanidad, educación...., prácticamente necesitan de todo, y al tiempo que se promueve el emprendimiento, se facilita su desarrollo y el empleo. En este punto la pregunta es ¿Quien arriesgaría sus recursos económicos y humanos para emprender en estos lugares?: pues posiblemente personas u organizaciones con mucha iniciativa y ganas de emprender, hacer negocio responsable, crear empleo, y desarrollar localmente la zona. Exactamente igual que sucedió en otros lugares del mundo hace muchos años, incluido nuestro país. 

Más temprano que tarde, esas sociedades se desarrollarán a costa de las ya desarrolladas, y posiblemente también, los pioneros obtendrán su recompensa, tanto para emprendedores como para empleados que así sepan apreciarlo.







  

martes, 1 de febrero de 2011

¿QUE FUÉ DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS EMPRESAS?

Ha finalizado el Foro Económico de Davos 2011, y al leer sus conclusiones, apenas se hace alusión a la Responsabilidad Social de las Empresas, como modelo de gestión, y mucho menos como filosofía de trabajo de los emprendedores. En estos años de crisis económica que estamos padeciendo, principalmente por la irresponsabilidad de muchas personas y entidades, parece que nadie quiere retomar los principios que pomposamente se vendieron, como el nuevo paradigma de la gestión empresarial.

¿Que fué de la propuesta del anterior Secretario General de la Onu Kofi Anann,  y de sus diez puntos del Pacto Mundial?, ¿Se han pedido responsabilidades sociales a las entidades financieras, a los fondos de inversión, a las grandes empresas inmobiliarias, o las empresas energéticas por la continua subida de precios? ¿Quien se acuerda ahora de la Responsabilidad Social de las empresas?, y también ¿Tienen responsabilidad social los Estados, cuando acceden a las demandas de los mercados financieros con el recorte de derechos sociales y del estado del bienestar?

Demasiadas preguntas sin respuesta. Por una parte, las grandes empresas exhiben descaradamente la gestión de la Responsabilidad Social, como marketing creativo de cara al consumidor....., "las hojitas verdes y los flujos azules de los rios" aparecen en toda su publicidad, pero cuando hay que poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo, o subir aleatoriamente el precio un producto o servicio, se hace sin el menor contratiempo. Y por otra, las micro, pequeñas y medianas empresas, e incluso los trabajadores autónomos van a "enterrar" la Responsabilidad Social, sin casi llegar a conocerla. Actualmente, y esgrimiendo la crisis económica como excusa, una gran mayoría de emprendedores no solo "pasan olimpicamente" de este tema, sino que su única solución a la crisis, parece ser el no cumplimiento de los derechos laborales mínimos, e incluso la supresión absoluta de la negociación laboral y la representatividad de las centrales sindicales. Aquello de que hay ser responsable con el entorno donde se actua, asumiendo y gestionando las demandas de los grupos de interés está, en estos momentos, totalmente olvidado. 

Y que pensar de los Estados, ¿están siendo socialmente responsables cuando congelan las pensiones a los más necesitados, endurecen el acceso a las prestaciones, obligan a reformas laborales, o destinan fondos a las entidades financieras, que en su gran mayoría han sido los causantes de la situación económica actual?

La Responsabilidad Social es un tema cultural, que tiene que permeabilizar en la sociedad mediante hechos y actuaciones asumidas por todas las organizaciones, públicas o privadas. Pero para ello, las personas que han de adoptar la toma decisiones, tienen que estar plenamente convencidas de que es el camino adecuado, en caso contrario, es solo una acción más de marketing para épocas de bonanza económica.    

No hay que desitir en el empeño, porque las actuaciones socialmente responsables de empresas y otras organizaciones dependen de la voluntad y conciencia ética de las personas, saber que se debe hacer y que no, es la cuestión más importante. Aunque puede tardar en ser asumido de manera natural, realmente merece la pena insistir por el beneficio que puede reportar a la sociedad.