miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿COMPETITIVIDAD?

Estamos cansados de escuchar por parte de los pseudoexpertos en economía "que las empresas han de ser competitivas" , "que su nivel de competitividad no está a la altura de otras empresas nacionales, europeas, o globales", "que la mejora de la competitividad ha de ser el objetivo de toda empresa..." y otras muchas frases de contenidos parecidos.

Llegamos al extremo que parece que para las empresas no existe otro objetivo que "competir", como si verdaderamente fuese una carrera a vida o muerte a costa de cualquier cosa. Es hora de desterrar definitivamente esa palabra del diccionario económico de las empresas. No refleja adecuadamente lo que debe ser el nuevo futuro de la economía.

La COMPETITIVIDAD es siempre a costa de otro... de una persona en una actividad profesional, deportiva, etc; o de una empresa u organización en la actividad económica. Siempre pierde alguien, porque siempre gana alguien. Los nuevos productos, o las fusiones o absorciones de empresas, buscan realmente eliminar la competencia y en teoría obtener la EFICIENCIA. Pero siempre queda algo en el camino: cierre de empresas, personas en desempleo, deslocalización, etc. y todo bajo la repetitiva y cansina definición de "COMPETITIViDAD".

La competitividad busca el enfrentamiento. En la economía real todos los mercados están manipulados o regulados. No existe el verdadero y aséptico Mercado Libre. Por tanto economía real no es igual a mercado libre. Mercado libre no es igual competitividad. Y la competitividad, por definición, excluye la COLABORACIÓN.

Los mayores logros de la humanidad, y subsidiariamente de la actividad económica, se han logrado mediante la colaboración. Cuando a las organizaciones les interesa, por algún motivo comercial, económico, o político, crean una joint-venture, una asociación empresarial, o bién se fusionan, absorben a otras organizaciones, o crean una institución supranacional. Existen multitud de formas de colaboración. Los mayores avances de la ciencia, la tecnología, y en definitiva el progreso de la humanidad son debidos, principalmente, y en cualquier momento del proceso, a la colaboración con otra parte interesada. Competitividad no es igual a colaboración, y colaboración no es sumisión.

Colaborar es ser responsable, es cooperar y avanzar conjuntamente en busca de un objetivo. La colaboración hace corresponsables a todas las partes interesadas en un proceso: clientes, proveedores, trabajadores, administraciónes públicas, etc. Colaborar es progresar. Sólo la COLABORACIÓN Y LA RESPONSABILIDAD, permiten el desarrollo y el progreso de la humanidad.

En la busqueda de la EFICIENCIA, las EMPRESAS COLABORATIVAS que estén dispuestas a participar en la consecución de estos objetivos de desarrollo y progreso de la humanidad, tendrán un futuro prometedor si son socialmente responsables. La palabra adecuada no es COMPETITIVIDAD, es COLABORACIÓN.